Sin poner ningún tipo de escalafón, estas películas representan la esencia “Cantinflesca” sus dotes actorales salen a relucir, con la misma fuerza que sus mejores diálogos y monólogos; se combinan con su capacidad de moverse como un maravilloso payaso de la mímica.
A volar joven (1947)
En esta magnífica película, Cantinflas quien es un peón de un hacendado es obligado a casarse con la hija del hacendado (una hermosa Miroslava) sin embargo él está enamorado de la sirvienta de la hacienda, este se enrola al ejército para no casarse, metiéndose en un sin fin de situaciones.Una de las películas que retrata el cine mexicano de la época, haciendo una estupenda parodia a las películas con charros y demás faramallada. Un Cantinflas en su máximo punto interpretativo. Rodeado de actores para el lucimiento del mimo.
Mejor escena
El juego de las coplas, simplemente hilarante. Aun, antes del juego medio homosexual entre Jorge Negrete y Pedro Infante en Dos tipos de cuidado (1953)
El siete machos (1950)
En esta película Cantinflas hace de dos personajes (gemelos separados al nacer) uno es un ladrón tipo Robín Hood, mientras que su hermano es un sirviente de una hacienda. Vemos a Cantinflas en un especie de papel serio, que en ocasiones nos hace pensar como seria Cantinflas sin su dote humorístico (una gran actor).Película entre el Western y comedia, Cantinflas explota su lado mímico con grandes movimientos.
Mejor escena
Cantinflas (Margarito) se enfrenta a los compinches del 7 Machos, quien a esas alturas ya dudan de que si el 7 Machos es en verdad su Jefe. Magnifica escena.
Un día con el diablo (1945)
Película en la cual, Cantinflas es enviado a la guerra (dos países ficticios, supuestamente México y Japón), en el frente de guerra es muerto y es enviado al cielo, sin embargo por desobedecer va directamente al infierno en donde platica con el Diablo.
En esta película nuestro comediante muestra su lado más inocente, en donde se puede desenvolver tanto de mendigo, como de soldado, y hasta platicar con unas hermosas angelitas y el mismísimo Diablo.
Mejor escena
En el frente de guerra se hace pasar por soldado Japonés. A la hora de la comida, a Cantinflas le sirven un plato de arroz y unos palillos, evidenciando su desconocimiento a la hora de comer. Sin embargo, no lo descubren hasta que por inercia le dice al soldado de la derecha “pásame el chile”. Totalmente hilarante.
Puerta joven (1949)
Un portero, que además es escribano en su vieja máquina de escribir, está enamorado de su vecina, quien no puede caminar debido a que necesita una operación. Cantinflas hará hasta lo imposible por conseguir el dinero para que su amada pueda caminar
Uno de los finales más tristes de la larga trayectoria de Cantinflas. Después de hacer todo el esfuerzo para que su amada (una hermosa Silvia Pinal) logre caminar, Cantinflas la espera al centro de la vecindad en búsqueda de su recompensa. Sin embargo, esta pasa a su lado dejándolo con las flores y todo su esfuerzo tirado a la basura.
Cantinflas maneja la comedia en pos de un final tragicómico. Uno logra identificarse con el personaje, una especie de Cyrano de Bergerac, un héroe trágico pocas veces visto; que recuerda esas canciones argentinas en donde el héroe enamorado deja a su amor con el único objetico de que la amada sea feliz, a pesar de todo.
Mejor escena
Hay dos, la escena final con un excelente timming y una hermosa escena cenital en donde Cantinflas se va quedando poco a poco solo.Y, la escena del baile en la vecindad en donde junto con ayuda de su compadre le ponen una paliza a un pachuco de mala monta.
El señor fotógrafo (1952)
Un asistente de fotografía se ve inmerso en una seria de situaciones de enredos en donde están involucrados la mafia y un científico brillante (un magnifico, Angel Garaza) quien acaba de descubrir la bomba zeta: un explosivo que revolucionara el mundo científico.
En la cúspide de su actuación cómica. Cantinflas está rodeado (director, actores y escenografía) de elementos para su lucimiento como comediante. Él es la película y se mueve cómodamente entre sus tres habilidades especiales: el monologo cantinflesco, la mímica del payaso y el absurdo como realidad alterna. Una gran película en toda la extensión de la palabra con claros homenajes al cine negro.
Mejor escena
A Cantinflas lo hacen pasar por ayudante del Ing. Penagos, en el despacho del Señor Alvirez, mientras este último le ordena que desarme a los maleantes, Cantinflas se enfrenta a estos con su clásicas bofetadas y bravuconerías para después pasar a unos de los momentos más divertidos de su carrera, cambiar el nombre del Señor Alvirez en alrededor de 5 minutos. Graciosísimo.
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